Historia del candado: algunos datos de interés

Los candados, esos objetos que nos permiten guardar de forma segura todos nuestros objetos y propiedades de valor, tienen una historia tan antigua como la civilización misma. Desde la invención de las cerraduras por cerrajeros del Medio Oriente y de China, hasta llegar a la más alta tecnología de combinaciones electrónicas y materiales super resistentes, la historia de los candados ha recorrido un camino muy largo hasta llegar a nuestros días. Acá intentaremos resumir sus detalles más importantes.

La antigüedad

Como ya hemos comentado, el origen de las cerraduras y por ende, de los candados, se ubica en la antigüedad lejana. No hay un consenso acerca de si ocurrió primero en el imperio asirio o en la antigua China. Lo más probable es que, como muchos otros avances importantes que se dieron en ese período de la humanidad, se hayan dado al mismo tiempo en ambos sectores. De las cerraduras chinas se tienen documentos escritos, mientras que de las asirias se han encontrados vestigios de llaves y cerraduras con mecanismos que sentaron las bases para los que usamos en la actualidad.

Pero, ¿dónde se origina el candado?

Los candados más antiguos, usados para resguardar cajones donde se guardaban objetos preciosos y de gran valor para las familias, han sido encontrados en yacimientos arqueológicos pertenecientes al antiguo Egipto. Estos estaban hechos de cobre y tenían un sistema de cerradura bastante simple, que sin embargo funcionaba para disuadir a los ladrones de intentar abrir la caja, en caso de que se encontrarán con una. Los candados egipcios no solo eran funcionales, también tenían un valor decorativo, cosa que se desprende de algunos ejemplos conservados, con decoraciones y formas alusivas a motivos de la naturaleza.

Grecia y Roma

En Grecia y Roma tanto los materiales como los mecanismos de seguridad de los candados fueron perfeccionados hasta llegar a niveles de seguridad nunca antes vistos en el mundo antiguo. En Roma estos fueron usados para resguardar cajas reforzadas que, de alguna forma, constituyen un antecedente de las modernas cajas fuertes. En ellas, los ciudadanos poderosos de la ciudad guardaban documentos y objetos de valor, resultando casi imposible que los ladrones, con rudimentarias herramientas, lograran extraerlos.

La evolución del candado

Con el paso de la Edad Media al Renacimiento, y posteriormente con la Revolución Industrial, la forma de los candados fue adoptando una más aproximada a esa con la que los conocemos hoy en día. Con las mejoras en las aleaciones de metales, los candados se hicieron cada vez más fuertes y resistentes, incorporando también medidas de seguridad como la introducción de combinaciones para poder abrirlos. Es en este último período donde, en definitiva, nace el candado tal y como lo conocemos hoy.

Como hemos podido ver, la interesante historia de los candados es lo que ha dado como resultado que hoy podamos gozar de un gran nivel de seguridad y confiabilidad. Lo asombroso es que, tanto con el candado como con la cerrajería en general, los principios siempre han sido los mismos, con lo cual no podemos sino admirar el ingenio de los cerrajeros sitges de la antigüedad.